Osamu Tezuka se conoce popularmente como “el dios del manga”. Si esta es la primera vez que lees sobre su existencia, el apodo puede parecerte algo extremo, pero lo cierto es que este autor cambió el concepto del manga por completo, añadiendo encuadres cinematográficos y movimientos fluidos a los dibujos y tramas más profundas a las historias. Incluso la característica más identitaria del manga – esos personajes de ojos grandes y expresivos – la popularizó este autor, seguramente por influencia de los dibujos animados americanos.
Tezuka nació a finales de los años treinta en Osaka y mostró un talento precoz desde niño, creando y dibujando sus propios cuentos. A los quince publicóEl libro ilustrado de los escarabajos y en 1947 alcanzó el éxito conLa nueva isla del tesoro, vendiendo 400.000 copias. Durante los años cincuenta, creó algunos de sus personajes más icónicos, como Kimba o Astro Boy, cuyos héroes representaban los valores japoneses de la posguerra. De hecho, aunque el bien siempre triunfaba en sus historias, Tezuka no dibujaba antihéroes aleatorios, sino más bien personajes que representaban una sociedad opresora.
¡Por cierto! Un dato curioso: Tezuka era un gran admirador de Walt Disney y, en 1960, estuvo a punto de producir un largometraje de animación en los Estados Unidos por invitación de Toei Animation. El proyecto no acabó funcionando, pero fue la semilla que le hizo apostar, más tarde, por fundar su propio estudio: Mushi Production.
¿Por qué Osamu Tezuka es el padre del manga moderno?
Ya desde sus primeras colaboraciones con La clase del manga, artículos mensuales en los que explicaba otras formas de concebir la viñeta y la página, Tezuka marcó el inicio de una propia escuela que después seguirían algunos de los grandes creadores de manga de la época. Estos imitarían las expresiones faciales de sus personajes o los movimientos de estos en las páginas.
Su influencia en la narrativa de estas historias cambió la concepción del manga para siempre. Durante la década de los sesenta su publicación rondaba entre las trescientas y cuatrocientas páginas diferentes al mes, en distintas colecciones que se publicaban en paralelo. Hasta entonces, las temáticas y los estilos eran completamente diferentes entre sí, pero dada la cantidad de encargos que recibía, decidió que sus personajes empezarían a aparecer en otras historias. De esta forma, retaba al lector a reconocer los distintos personajes que hacían su aparición en otros universos.
Años más tarde, en el primer capítulo de Cómo dibujar un manga, Tezuka concibió los tres elementos estéticos que debían tener los libros de este estilo: shōryaku (síntesis o sencillez), Kochi (hipérbole o exageración) y Henke (sentido de la metáfora y alegoría). De esta forma, el mangaka sentó las bases de la internacionalización del manga, difundiendo las obras que había producido en Japón a lo largo de décadas, y su influencia ha perdurado hasta la actualidad.
Libros más reconocidos de Osamu Tezuka
La industria del manga y del anime en Japón, y su posterior producción en occidente, beben de todo el trabajo de Tezuka, un trabajo que, poco a poco, hemos podido leer en ediciones adaptadas al inglés y, más recientemente, al castellano.
Ahora que ya sabes un poco más sobre este genio de las viñetas, te proponemos algunas de sus obras más influyentes para iniciarte en este particular universo animado. ¡Vamos allá!
1. Serie Fénix
Tezuka comenzó en 1954 lo que se considera su obra maestra,Fénix. La desarrolló como respuesta a un movimiento que buscaba ofrecer alternativas al manga comercial, dirigido principalmente a niños, para convertirlo en un tipo de novela accesible a todas las edades.
Fénixconsta de 12 historias complejas, originalmente publicadas entre 1954 y 1988. Cada libro narra una historia independiente en distintos períodos temporales, abarcando pasado y futuro. Su personaje principal es el fénix, una criatura mítica que experimenta momentos cómicos y trágicos, con escenarios que van desde el Japón feudal hasta el espacio. La reencarnación y la inmortalidad son sus temáticas principales, y reflejan las reflexiones de Tezuka sobre la vida y la existencia.
2. Serie Astro Boy
De esta segunda colección que te proponemos, Astro Boy, salió la primera serie animada de la historia, que se estrenó en 1952. Su protagonista, Atom – como bien intuyes, su nombre fue un guiño a la bomba atómica– había hecho su primera aparición como personaje secundario en la serie Atomu Taishi.
En esta nueva historia en la que es el protagonista, Atom es creado por el Dr. Tenma, un ministro de ciencia de un Japón futurista que decide construir el robot con la mejor tecnología del país para sustituir la presencia de su hijo muerto. De hecho, el robot tiene aspecto de niño, y más concretamente de Pinocho, ya que Tezuka se inspiró en el muñeco de madera de Collodi para crear este personaje.
Atom es también un héroe; su fuerza es equivalente a cien mil caballos y en los distintos mangas lucha contra enemigos de la Tierra. Cuenta con 23 volúmenes originales de aventuras, que superaron los cien millones de ejemplares vendidos, y se llegaron a producir casi trescientos episodios de distintas versiones del anime. El pasado 2022, de hecho, se anunció una nueva versión que se está produciendo actualmente, dirigida por Thomas Astruc. Pero mientras no la saquen.. te animamos a que le eches un vistazo a la historia original 😉
3. Serie Adolf
La que posiblemente se considera su obra más madura es Adolf, una colección que publicó entre 1983 y 1985. La historia sigue la vida de tres personas llamadas así: un niño judío que vive en japón, un niño mitad alemán mitad japonés y el propio líder de la Alemania nazi.
Ambientada en la Segunda Guerra Mundial, esta es con diferencia su historia más compleja, una crítica voraz a la violencia y a la huella que dejó en nazismo en la historia de la humanidad.
Gráficamente, además, tiene un estilo muy distinto a sus otros trabajos, con dibujos más realistas y una división de las viñetas más esquemática, que recuerda a los cómics occidentales de la época. De hecho, su publicación coincidió con la de otros autores alternativos como Robert Crumb o Art Spiegelman, este segundo con su obra más conocida dedicada también al antisemitismo.
4. Serie Black Jack
¿Sabías que Osamu Tezuka estudió y se graduó en medicina? ¡Tal como lo lees!
Aplicando en las historias sus conocimientos, el mangaka dedicó esta colección a la medicina, también desde cierto sentido crítico hacia el control de la vida y la muerte. En esta ocasión, el protagonista es un médico llamado Hazama Kuroo – aunque se hace llamar Black Jack, de ahí el título – y tiene una especial habilidad con el bisturí, salvando vidas de forma prácticamente milagrosa.
Esto sería fabuloso de no ser porque no tiene licencia médica, y existen rumores de que sus cirugías rozan, en ocasiones, la experimentación humana. En este manga el autor jugó con la complejidad de un personaje lleno de claros y oscuros, que se desarrolla a lo largo de 17 volúmenes en su versionéis original.
5. Serie Buda
Para hablarte de todos los libros de Osamu Tezuka necesitaríamos mucho más espacio del que disponemos, así que vamos a terminar la lista con una de las publicaciones más espirituales del padre del manga.
Se trata de la colección Buda, un relato parecido a Adolf, aunque este fuera concebido unos años antes. El mangaka dedicó diez años a crear esta serie, que consta de 8 volúmenesen su versión original y cuenta la historia del joven príncipe indio Siddharta Gautama, quien acabaría siendo Buda.
Tal como pasa en el clásico de Hermann Hesse, Siddharta emprenderá una búsqueda espiritual llena de aprendizajes sobre la existencia humana. A partir de personajes y situaciones pseudohistóricos, Tezuka aborda en esta versión sus inquietudes filosóficas y espirituales a través de un niño destinado a encontrar la iluminación final.
Aunque es ampliamente conocido por obras icónicas como Astro Boy o Adolf, Tezuka también exploró otras figuras históricas de gran importancia, como a Beethoven en Ludwig B (obra que no llegó a terminar), y abrió las puertas a nuevas temáticas de una forma completamente innovadora, como en La princesa caballero, el primer manga shojo (creado para un público femenino) jamás realizado.
En cualquier caso, la influencia de este autor en la evolución del manga no solo es innegable, sino perfectamente palpable en la industria actual de manga, que sigue alimentándose de las teorías que creó Tezuka. Y, ahora, querido lector, gracias a estas maravillosas ediciones, estás a nada de descubrir todo esto.
Y si esta es tu primera vez con un manga entre las manos, tenemos un par de consejos que puede que te sean útiles para tu primera inmersión.
